Los sesgos cognitivos son trucos psicológicos que pueden influir en las elecciones de los usuarios.
Representan una herramienta influyente para fomentar la conversión, tanto en las páginas de destino como en el producto mismo. Facilitan el proceso de guiar a los usuarios desde el punto A hasta el punto B, llevándolos a ejecutar una acción concreta, como agendar una llamada, completar un proceso de incorporación o usar una función particular. Optimizar la conversión a lo largo de los distintos embudos de venta puede resultar en un incremento sustancial de ingresos.
Entonces, en el artículo de hoy, exploramos 8 de esos sesgos cognitivos y descubrimos cómo puedes aprovecharlos mediante ejemplos prácticos 📈
Descargo de responsabilidad: los sesgos cognitivos son poderosos y pueden influir en las decisiones de las personas, pero recomiendo encarecidamente utilizarlos siempre de forma ética. Está bien influir en las personas para que realicen una acción deseada añadiendo valor relevante, pero no está bien darles información falsa o utilizar tácticas espeluznantes.
1# Prueba social
Probablemente, el sesgo cognitivo más reconocido y empleado en el ámbito del marketing es la prueba social. Este se fundamenta en la tendencia natural de los seres humanos a ser influenciados por las acciones de otros. Nos sentimos reconfortados al observar que otras personas han tomado la misma decisión y han quedado satisfechas con ella.
Para capitalizar la prueba social, puedes implementar:
- Testimonios: muestra testimonios de clientes en tu página de destino o en un muro de pago.
- Recuento de usuarios: menciona la cantidad de personas que ya utilizan su producto (por ejemplo, “Únete a una comunidad de +100.000 usuarios”).
- Logotipos de clientes: muestre las grandes empresas que utilizan su producto.
- Menciones en redes sociales: una transmisión en vivo de TikTok o Instagram de personas que mencionan tu producto.